Tiempo & Propósito

El tiempo no se ahorra… se vive

Cada minuto que dejas pasar, alguien más lo está usando para construir lo que tú sueñas.

Hay algo que nunca vuelve, aunque lo pidas de rodillas: el tiempo. Lo cambias todos los días —por distracciones, por miedos, por excusas… o por propósito.

Mientras dices “ya lo haré”, alguien allá afuera ya empezó: se levanta antes, avanza sin ganas, escribe su historia. No tiene más horas que tú: decidió vivirlas con intención.

El tiempo no se guarda, se gasta. Y tú eliges en qué se convierte: en vacío o en significado.

Mini-despertar
  • Si hoy miras tu semana: ¿cuántas horas invertiste en lo que te acerca a tu sueño?
  • ¿Cuántas regalaste a lo que no te deja nada?
  • Si tu tiempo fuera tu bien más sagrado, ¿qué cambiarías hoy?
Plan de choque (24h)
  • Define 1 meta del día (solo una).
  • Bloque dorado 45’ sin notificaciones para esa meta.
  • Regla 5’: empieza aunque no haya ganas.
  • Cierre 5’: anota avance y elimina un distractor para mañana.

No te falta tiempo. Te falta dirección. Cada minuto sin propósito es una oportunidad perdida de fe, crecimiento y creación. No habrá un “cuando tenga tiempo”. Solo existe ahora.

“Enséñanos a contar bien nuestros días, para que adquiramos un corazón sabio.”

— Salmos 90:12

El tiempo no se ahorra: se honra. Y cada hora honrada te acerca al propósito por el que fuiste creado.